jueves, 30 de enero de 2014

Tecnología y Educación

PEDAGOGÍA Y  REVOLUCIÓN TECNOLÓGICA

PEDAGOGÍA Y REVOLUCIÓN TECNOLÓGICA

Desde la Revolución Industrial, la globalización ha cumplido un papel muy importante y complejo dentro de nuestro entorno social, abordando todos los campos sociales y poniéndolos dentro del entorno tecnológico favoreciendo y desfavoreciendo al ser humano en su desarrollo general. Este es el caso de la educación y la cultura, donde me desempeño actualmente, considerando que éstas dos cumplen una importante función social desde el surgimiento de la escuela moderna, preparando a las jóvenes generaciones para su futura participación productiva en la sociedad en que nacieron. El sistema educativo es un desarrollo relativamente reciente en la historia de la humanidad, como un componente de la sociedad generada por el entorno que le rodea, siempre y cuando éste sea auténtico y útil para su formación; mientras que la tecnología empieza a dar sus primeros aportes electrónicos y tecnológicos a partir de la Revolución Industrial, cuando se empezó a sustituir el trabajo del hombre o varios por el trabajo de una máquina.


Enfocándonos en la educación; tenemos que tener en cuenta que en nuestra sociedad, el énfasis central de la educación secundaria y superior para segmentos importantes de la población ha sido en educar para ser empleado, mas no para generar empleo.  Esto es particularmente cierto para países como el nuestro, todavía no se ve  la necesidad de articular sistemas fuertes de Investigación y Desarrollo que sean productivos para nuestra educación y que enriquezcan intelectualmente al estudiante.

Si nos remontamos años atrás en SENA era una de las Instituciones públicas que desempeñaba ésta función… inclinación de educar para el empleo no puede contribuir a fortalecer la capacidad de una nación para desarrollar su potencialidad de asimilación y generación de ciencia y tecnología, de este modo el conocimiento tecnológico de nuestros días ha adquirido una sofisticación, de tal modo que requiere de  un individuo mucho más desarrollado intelectualmente.
La visión de educar para el trabajo conlleva, entonces, asumir el reto de  asumir miras  en la educación técnica, de ampliar la capacidad de comprensión de conjunto, a la vez que cultivar las capacidades prácticas involucradas en la esencia de la tecnología en todas sus variadas definiciones. Este reto permite precisar los grandes objetivos de la educación tecnológica, dentro de la perspectiva de educar para el trabajo.

“Hay pedagogía cuando se reflexiona sobre la educación, cuando el “saber educar” implícito, se convierte en un “saber sobre la educación” (sobre sus “comos”, sus “por qué”, sus “hacia donde”)”.[1]


Una característica esencial de la vida contemporánea y de la escuela al igual que en las universidades  es la permanente estar en  compañía de máquinas de diversos grados de sofisticación, aunque estas  requieren de ciertas destrezas técnicas de su uso correcto y seguro es necesario un ingrediente reflexivo para utilizar esos instrumentos en forma adecuada, eficiente y eficazmente.

 Es preciso desarrollar un nivel mínimo de capacidad de evaluar las distintas alternativas tecnológicas. No siempre el equipo más complejo y costoso es el mejor en todas las circunstancias. Además, el hecho de que el hombre esté en posición de tener el control remoto o la fuente de potencia en la mano no garantiza siempre que está controlando el dispositivo tecnológico. La capacidad de decisión en ambos casos, está condicionada a ciertos niveles de alfabetización tecnológica.

Un combatiente de la resistencia  comprende que la tecnología  nunca deber ser aceptada como parte del orden natural de las cosas, que cualquier tecnología – desde un test de inteligencia a un automóvil, una televisión o un ordenador – es un producto de un contexto económico y político determinado y lleva con ella un orden del día, un programa y una filosofía que pueden o no mejorar la vida y, por tanto, requieren análisis, crítica y control.  En resumen, un combatiente de la resistencia mantiene una distancia epistemológica y psíquica respecto a cualquier tecnología, para que siempre parezca de alguna manera extraña, nunca inevitable, nunca natural. [2]


Los innovadores de la tecnología,  presentan un grado de desarrollo contemporáneo implicando que la posibilidad de innovación esté relacionada con niveles cada vez más altos de capacidades intelectuales.
La formación de innovadores significa que el sector educativo, única institución social que estaría en condiciones de efectuar esa formación, deba enfrentar dos problemas fundamentales.

El primero, se presenta en el alto nivel de las capacidades intelectuales involucradas en la innovación, que sólo pueden ser desarrolladas en los niveles superiores del sistema educativo, pero que tienen una condición de continuidad desde los niveles más elementales de la educación.

El segundo radica en que la escuela, como sistema, ha estado orientada a la socialización de los jóvenes en el mundo cultural de los adultos, lo que significa un énfasis en el "pensamiento convergente", mientras que la creatividad, la capacidad de innovación y/o de diseño están relacionadas con el "pensamiento divergente". [3]

Todo esto se debe orientar al desarrollo de competencias claves en el individuo, que lo posibiliten para su participación productiva en la sociedad contemporánea, está basado en la idea de que la educación debe apuntar a formar en los estudiantes una visión científica, artística, cultural, educativa  del mundo en que viven y de su papel en él. Debe ser relevante y, por tanto, íntimamente ligada a la vida personal y a la producción, tanto para entenderlas como para transformarlas.
Debe alentar la creatividad, el desarrollo intelectual y físico, debe propender por la formación de un individuo capaz de manejar información suficiente y adecuada, así como las fuentes de esa información; idónea para plantear problemas y proponer soluciones a ellos, finalmente, dueño de una autodisciplina que le permita continuar autónomamente su desarrollo personal.

Estas fuentes de información, que se reciben y ayudan a una mejor capacidad de aprehensión de la información, pueden variar desde las bibliotecas convencionales, revistas y periódicos, hasta el correo electrónico, redes telemáticas y búsquedas en bases de datos computarizadas.
El énfasis en las fuentes de información antes que en un determinado cuanto de información, como es usual en los actuales modelos educativos, se justifica por la frecuentemente mencionada "explosión de la información" y el rápido ritmo de desarrollo de muchas disciplinas. UNESCO (ver anexos), por ejemplo, ha estimado que un alto porcentaje del cuanto de información de la mayoría de las disciplinas técnicas tiene un período de obsolescencia de cinco años.

La educación debe enfatizar en ese cuerpo de conocimientos con menor tasa de obsolescencia, constituido por los principios fundamentales de las ciencias y la tecnología, se debe desarrollar en los estudiantes la capacidad de manejo de fuentes de información bajadas del Internet, que incluye por supuesto la comprensión de los conceptos fundamentales del área específica a consultar, antes que hacerlos memorizar una cantidad de datos, que seguramente no son muy provechosos para su educación.



El aprendizaje del estudiante, depende de la motivación por parte del profesor e incluso por la motivación personal, esto no es solo cuestión de la tecnología, debido a que nos sirve como un soporte de aprendizaje para estar en contacto con los nuevos avances educativos esto sería para los maestros y para adquirir más conocimientos sobre el tema a estudiar por parte de los estudiantes.

En los campos de las artes, el diseño, la investigación y la vida cotidiana, la mayoría de los problemas propiamente dichos se pueden explicar por que los  estudiantes, son  capaces para resolver problemas de texto, pero  generalmente tienen dificultades para transferir esta habilidad a situaciones externas al salón de clase, pues la formulación de problemas involucra la compleja tarea de construir modelos mentales de la "realidad", definida como aquél ámbito externo a la conciencia humana. Las actuales prácticas educativas bien ignoran o dan por dada la capacidad para confrontar esta tarea compleja de construcción de modelos, de modelación de la realidad, la naturaleza.

“Los sistemas hipermedia proporcionan al estudiante una oportunidad de aprender lo que quiera a su ritmo, pero esa misma característica han hecho que sean calificados como una tecnología no pedagógica.” [4]